sábado, 18 de mayo de 2013

Unión Europea, traspiés y acuerdo de asociación


¿Cuánto tiempo más aguantará la Unión Europea? La percepción interna cada año se hace más negativa. Quienes deben salvar a los demás parecieran estar cansados de la situación y quienes necesitan ser salvados ven a sus "mesías" como arrogantes y poco compasivos. Francia acaba de caer en recesión y el panorama continúa oscureciéndose. ¿Será esto acaso una señal con respecto al Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea que se busca ratificar en nuestra Asamblea Legislativa? No se puede analizar la situación desde una óptica de blanco o negro, ya que existen diferentes matices y escenarios.


Es cierto que quizás la Unión Europea ha evidenciado grandes grietas entre las naciones y quizás estas diferencias sean las que luego de casi 20 años de entrar en vigencia el Tratado de la Unión Europea han traído crisis al bloque. El ingreso de países que no estaban preparados para los lineamientos establecidos ha significado una crisis europea. ¿Podría esto ocurrirle a Costa Rica y Centroamérica en su búsqueda por unificar el bloque centroamericano? Las diferencias entre los países centroamericanos en el aspecto económico y cultural son palpables. En una región que se ha caracterizado por agarrar cada uno por su lado, en especial Costa Rica, esto podría significar problemas.

 Ya en la Unión Europea esta percepción negativa de las personas es un hecho. Recientemente el "Pew Research Centre" publicó un estudio con datos interesantes que salen a la luz luego de que la misma Unión Europea sufriera la caída de su PIB conjunto por sexto cuarto consecutivo. En el estudio se reflejan algunos rasgos interesantes. Todos los países miembros señalan a Alemania como la más confiable excepto los griegos, quienes se autoproclaman como los más confiables; signo claro del resentimiento que guardan luego de todas las medidas impuestas por los alemanes para su rescate.

Es curioso que entre las personas que señalan a los alemanes como los más confiables aparecen personas jóvenes que admiran su reputación y prudencia al actuar, mientras que los sectores, no mayoritarios, que señalan a Alemania la menos confiable dentro de los países de la Unión Europea son de edad avanzada, dejando entrever un recelo y resentimiento aún vivo de la Segunda Guerra Mundial. En segundo lugar con respecto a la categoría de arrogancia aparecen los franceses, quienes hasta hace unos meses eran los segundos a bordo después de los alemanes y ahora se han unido al club de países con recesión dentro del bloque.

¿Por qué es importante este análisis? Los países tienen diferentes percepciones sobre sus vecinos y deben de ser tomadas en cuenta a la hora de ejecutar acciones en conjunto como un bloque.

Del otro lado de la moneda, existe la necesidad de ratificar el acuerdo con la Unión Europea, ya que estos son el tercer mercado más importante para Costa Rica, y quedarse afuera de una iniciativa de esta magnitud sería catastrófico. En 2011 las exportaciones totales de Costa Rica superaron los $10.500 millones, de los cuales alrededor del 18 % se envió a la Unión Europea, siendo ésta así la tercera región en importancia del destino de exportaciones costarricenses.


Dentro de las exportaciones costarricenses el banano es el principal producto agrícola. En 2012 su exportación registró 107 millones de cajas, lo que representó cerca de U$S 822 millones, y de las cuales más de la mitad (52,7%) tuvieron como destino la Unión Europea. En el ámbito comercial, Centroamérica liberalizará de manera inmediata el 47% del universo arancelario, mientras que la Unión Europea otorgó el 91%, consolidando y mejorando las preferencias otorgadas en el marco del Sistema Generalizado de Preferencias. Estas son cifras que no se puede ignorar y representan un peso muy importante en la economía nacional.

Es cierto que los países centroamericanos tienen grandes diferencias y que lo ideal sería negociar por separado con base en estas características propias de cada país, sin embargo no podemos dormirnos en los laureles y vivir en nuestro mundo ideal. La realidad es que Costa Rica es un país pequeño con una economía igualmente pequeña que requiere pertenecer a bloques para poder negociar.
La capacidad de Costa Rica es indiscutible y no cabe la menor duda de que su inserción a la economía mundial será satisfactoria si cuenta con las herramientas necesarias. Nadie dijo que sería fácil ni que todo estaría servido en la mesa para nosotros. Es por esto que no se debe de ver la situación en blancos y negros, sino poner en la balanza los aspectos positivos y negativos, ganar beneficios y ceder otros con la meta última de entrar a un mercado de gran importancia para Costa Rica.


Lo sucedido en la Unión Europea es una lección, y Centroamérica deberá sortear estas dificultades si quiere ser tomado en cuenta en el comercio internacional. Quedarse de brazos cruzados o negociar sin realizar mejoras en la integración centroamericana a lo largo del tiempo y de una forma constante podría significar vernos envueltos en conflictos regionales. Las condiciones están dadas y serán sólo los liderazgos centroamericanos y las verdaderas ansias de sacar a la región del subdesarrollo las que permitan establecer lazos sólidos de integración y rumbos claros que no deberán ser dependientes de cada gobierno de turno.

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