Resulta muy
desacertada la postura del Gobierno con respecto a las concesiones. Recientemente
el ministro de Planificación y miembro de la directiva del Consejo Nacional de
Concesiones (CNC), Roberto Gallardo, afirmó que el proyecto de concesión de la
vía San José-Cartago fue descartado y no se sacará a licitación en lo que resta
de la Administración. ¿Es acaso entonces la figura de la concesión de índole
maligno? ¿Le huye ahora el Gobierno a cualquier reto por su falta de capacidad
para desarrollar proyectos de forma transparente y satisfactoria? De ninguna
manera se puede permitir que la sociedad costarricense construya un vínculo
entre los conceptos de corrupción y concesión. A pesar de que la postura del
Foro de Occidente significó que el Gobierno tuviera que detener una concesión
caracterizada por vicios, no pareciera correcto su pensamiento acerca de la
figura de concesión.
Carretera Florencio del Castillo |
Es absurdo
pensar que el Estado es capaz de sacar alrededor de 90 millones de dólares para
este proyecto, esto sin tomar en cuenta el mantenimiento de esta ruta, por lo
que definitivamente esta decisión es un desacierto tanto del Gobierno como del
llamado Foro de Oriente. Es además curioso ver como en la esfera política
podemos identificar rasgos propios de lo cotidiano que buscan soslayar las dificultades
y que quizás son algunas de las causas que nos mantienen como un país
subdesarrollado. Es muy fácil aprovechar la visita del presidente de Estados
Unidos y echarle las culpas de todos nuestros males e inclusive de todas las desavenencias
de Latinoamérica, pero, ¿Qué está ocurriendo acá? El Gobierno luego de todos
sus desaciertos con una trocha fronteriza plagada de corrupción y planificada
de forma antojadiza y una concesión llena de sombras y ocultismos, por citar
tan sólo las últimas circunstancias, hace expresa su incapacidad para gestionar
y prefiere continuar con el letargo que vive el país en materia de
infraestructura. ¿Es justo que por un proceso mal manejado se borre del mapa
una figura tan importante como la concesión? Es claro que el Gobierno demuestra
un rasgo que muchos hemos visto en la cotidianidad costarricense. Cuando las
cosas se ponen cuesta arriba mejor me salgo, no meto las manos al fuego y dejo
que todo siga igual hasta que termine mi periodo. Esta actitud sin lugar a dudas
es muy dañina ya que mientras Costa Rica prefiere mantenerse en el puerto a
salvo, muchos otros países han decidido ir a navegar en aguas turbulentas en
busca de la competitividad, y lo han logrado.
En el otro
bando están las personas radicales que
se ubican en los peligrosos blancos o negros. Esta postura siempre se resguarda
bajo un escudo que no le permite dialogar ni llegar a acuerdos. Dicha actitud
es una de las causas de que Latinoamérica siga en el subdesarrollo a pesar de
las excelentes características de carácter humano, geográfico y natural que
posee. Es muy desafortunado que exista un Foro de Oriente que lejos de buscar
participar en el proceso de la concesión para asegurar que no existan las
deficiencias que se presentaron en el proceso San José – San Ramón, aparece con
una postura de no a las concesiones, y dada la coyuntura actual el Gobierno sin
contemplaciones decida evitar más erosionamiento y cancelar cualquier licitación.
Los Estados
que han logrado alcanzar el desarrollo se han caracterizado por ser flexibles y
traerse abajo los muros erigidos por pensamientos radicales. La misma China
socialista comprendió esto hace muchos años y de la mano con una apertura
económica, educativa e inversión en infraestructura ha alcanzado mantener un
crecimiento del PIB por encima del 7% desde 1999. Estamos lejos de alcanzar un
crecimiento de tal magnitud, sin embargo retrasar obras de infraestructura como
la vía San José – Cartago, la terminal de contenedores en Moín o volver a meter
en el archivo la vía San José – San Ramón lejos de acercarnos al desarrollo nos
hunden más mientras otros países como Panamá se mueven a pasos agigantados en
este tema.
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